El domingo 28 de noviembre, a las 18.00h, Ana Viladomiu, la última vecina de La Pedrera, el mítico edificio de Gaudí, nos abrió la puerta. Entramos Patricia y yo intentado no poner cara de Ohhhhhhh que maravilla (obviamente la pusimos). Ana, admiradora fiel de la Factoría Cultural Martínez, nos había invitado a representar en su magnífico salón, De una soledad muy parecida a la felicidad, ya más conocida como La Rusa -a Patricia le paran por la calle; ¿tu eres la rusa, verdad? Te vi en los Martínez y pensé que habías llegado de la mismísima plaza Roja- basado en uno de los texto de Stvelana Alexiévich del libro El fin del homo sovieticus. Era una función super exclusiva, solo para 15 personas que también intentaron no poner cara de Ohhhhhhh que maravilla (y que obviamente pusieron porque Ana les enseñó todos los vericuetos de la arquitectura de Gaudí, y esos suelos que siguen allí imperturbables al tiempo, los originarios, tan bonitos, y ese cuarto de baño que tanto me recordaba al de la casa de mis abuelos, tan espaciosos con esos lavabos en el que luego bañaban a los bebés…). Patricia ya en su papel de Alisa -nunca tuvo mejor escenario-estuvo estupenda y luego nos tomamos una opípara merienda comentando los detalles de la función y de la casa. Un gustazo de tarde teatral y visita arquitectónica. Gracias Ana.