Silvia Comes con su Gil de Biedma en el Festival de Barnasants

Auditori Barradas. L’Hospitalet de Llobregat. Viernes 9 de abril, 20.00h. Patio de butacas al 45%. Empieza el espectáculo. Poco a poco, el frío auditori comienza a calentarse, el aplausómetro indica un in crescendo. Silvia comienza con Vals del aniversario y sigue cantando Volver, Loca, Ha venido esa hora, Bajo la lluvia, a veces calla, generosa, para que oigamos a Jaime recitando, Albada, Días de Pagsanján, De vita beata, mientras que en la pantalla vemos a Jaime en su faceta más cercana, más familiar, creciendo, adaptándose al paso del tiempo, eso que  le preocupaba tanto y que está tan presenta en toda su obra. In crescendo llega Años triunfales, con esos versos que te transportan sin anestesia a la posguerra. Barcelona y Madrid eran algo humillado./Como una casa sucia, donde la gente es vieja,/la ciudad parecía más oscura/y los Metros olían a miseria. La piel de gallina. Jaime nos cuenta, con cigarrillo en boca, que considera su mejor poema No volveré a ser joven. Es sin duda, el poema más musicado de Jaime, María Dolores Pradera, Serrat, Loquillo, Poveda y ahora Silvia en una versión que para mi gusto le da una vida, un tono vital, que refleja el carácter del poeta. Al igual que Resolución que para mi dice tanto de lo que fue el Gil de Biedma y como dice Marsé en Notas para unas memorias que nunca escribiré, «No he conocido a una persona que amara tanto la vida y buscará con tanto ahínco la felicidad aquí y ahora. Sobre todas las cosas le gustaba gustar, era vitalista, alegre y divertido» . En los bises el público cantó Resolución de ser feliz y Happy Ending, muy acorde con los deseos y anhelos del respetable tras un año largo de pandemia.